27 de julio de 2009

ENTRE LOS [MUROS]

[Pared o tapia]

UNA SEMANA SOLOS de Celina Murga, ARG, 2008

"De pronto el futuro se perfila inquietante, con desastres nucleares, con zombies clonados o manipulaciones genéticas -temores llevados al cine- , en un clima que cada vez se torna más amenazante. El futuro ha perdido lo que tenía de promisorio”
[Pacho O’Donnell, autor del libro LA SOCIEDAD DE LOS MIEDOS, Ed. Sudamericana, Buenos Aires, 2009]

Una sociedad con miedo se encierra en sí misma. Construye muros, barreras y alambradas en pro de un sistema de seguridad que instaure una percepción de protección. A cada nueva incertidumbre, un nuevo temor. A todo esto, Murga desoye cualquier análisis sociológico de los denominados countries y barrios privados como síntoma del nuevo estilo de vida basado en un individualismo exacerbado (como hace Maristella Svampa en Los que ganaron: la vida en los countries) y se centra en narrar la vida en un country de niños abandonados por sus padres.

Viven entre muros. Encerrados. Caminan, juegan y vagan en los límites establecidos por una muralla construida por los grandes que, de este modo, huyen de la responsabilidad de ser padres, haciéndoles más libres. Niños esclavos de progenitores ausentes presos del egoísmo. Niños víctimas del fracaso más absoluto de un mundo adulto que lo único que les ofrece son cárceles de color verde.

Corren entre árboles. Temerosos. Sin saber dónde ir. Sin conocer el afuera, la realidad que más tarde o temprano les espera. Juegan a no ser vistos, hasta que uno de sus juegos llamado frustración se desvela. En los gestos y miradas hay miedo, el mismo que les dice que se están perdiendo algo importante en sus vidas. Sólo la dulce mirada de Sofía (interpretada por la pequeña Elena Capobianco) transmite esperanza, ya que en ella habita la inocencia.

Bajo el padrinazgo de Martin Scorsese, la directora filma impecablemente. La factura técnica sobresale y hace que la narración sea fluida. Si en su primera película, ANA Y LOS OTROS, los personajes eran el foco en ésta cobra más peso el contexto. Entre los muros, un mundo creado a imagen y semejanza de un juego de niños.


21 de julio de 2009

Influencia

LOS RUBIOS de Albertina Carri, ARG, 2003
Puedo ver y decir,

Puedo ver y decir y sentir:

Algo ha cambiado.

Para mí no es extraño.

Yo no voy a correr,

Yo no voy a correr ni a escapar

De mi destino,

Yo pienso en peligro.



Si fue hecho para mí

Lo tengo que saber.

Pero es muy difícil ver,

Si algo controla mi ser.



En el fondo de mí,

En el fondo de mí veo temor

Y veo sospechas

Con mi fascinación nueva.

Yo no sé bien qué es,

Yo no sé bien que es,

Vos dirás: "son intuiciones"

Verdaderas alertas.



Debo confiar en mí,

Lo tengo que saber.

Pero es muy difícil ver,

Si algo controla mi ser.

Puedo ver y decir y sentir

Mi mente dormir

Bajo tu influencia.



Una parte de mi,

Una parte de mi dice: -stop!,

Fuiste muy lejos,

No puedo contenerlo.

Trato de resistir,

Trato de resistir

Y al final no es un problema.

Que placer esta pena.



Si yo fuera otro ser

No lo podría entender.

Pero es tan difícil ver,

Si algo controla mi ser.

Puedo ver y sentir y decir:

Mi vida dormir,

Sera por tu influencia.

Esta extraña influencia!



[Influencia de Charly García]



11 de julio de 2009

[NUEVO CINE ARGENTINO] de Agustín Campero

[En la segunda mitad de los 90 el cine argentino amplió el campo de sus posibilidades. Un puñado de películas y un grupo de directores transformaron el previsible horizonte que desde hacía años se afirmaba como único panorama para la cinematografía hecha en Argentina. A ese puñado de películas y a su devenir se le denominó, como otras veces, Nuevo Cine Argentino (NCA)] [Agustín Campero]


La expresión "Nuevo Cine Argentino" no es exactamente nueva: ya se había utilizado para nombrar ciertas experiencias de renovación estética y política de la cinematografía nacional en períodos anteriores a la última dictadura militar. Pero desde hace unos quince años adquirió un significado muy preciso como designación de un movimiento que, a partir del rechazode las inflexiones más adocenadas del cine que se venía haciendo entre nosotros hasta entonces, no sólo llega -con avances y con retrocesos- hasta estos mismos días, sino que lo hace dando pruebas de gran vitalidad. De esa historia reciente se trata este libro, que examina en sus muy diversos planos este capítulo fundamental de la historia de la cultura argentina contemporánea.

Nuevo Cine Argentino: De Rapado a Historias Extraordinarias, de Agustín Campero, Universidad Nacional de General Sarmiento, Buenos Aires, 2008.

Agustín Campero, economista, ensayista y sutil crítico de cine, es Secretario de Investigación de la Universidad Nacional de General Sarmiento

Suele emplearse, para denostar al NCA, esa muletilla según la cual sus películas no encuentran un público, frase que es repetida sin apreciar el cuadro completo, ése en el que juegan actores nuevos todo el tiempo y viejas prácticas se esfuman y no son respuestas. Este libro consigue hacer zoom desde diagnósticos macro hasta la canción de un film, desde un decreto hasta un actor, para demostrar que el lugar común hace agua: el Nuevo Cine Argentino encontró su público en Agustín Campero, el mejor espectador posible. [Marcelo Panozzo_El Amante_nº204]


7 de julio de 2009

LA [TRAICION] DE RITA HAYWORTH de Manuel Puig

[Falta que se comete quebrantando la fidelidad o lealtad que se debe guardar o tener]

Manuel Puig, ¿por qué el nombre de su primera novela: La traición de Rita Hayworth?
–Yo voy a las pedir disculpas y voy a leer la respuesta. Porque creo que justamente una de las causas por las que escribo es que no tengo ninguna de facilidad de palabra. Sabiendo que me iba a resultar imposible reducir a unas pocas palabras el significado de la novela, le pedí permiso al director y me traje escrita la respuesta: “Entonces, ¿por qué La traición de Rita Hayworth? La novela cuenta la historia de una familia de clase media que vive en un pueblo de La Pampa en los años ‘40. El paisaje de La Pampa, que en realidad es la ausencia de todo paisaje, resulta una pantalla en blanco donde cada uno proyecta las fantasías que quiere. Ahí un chico que no puede aceptar la realidad por sentirla hostil cambia los términos y toma como realidad a la ficción, ya sea la ficción del cine o la que le dicta su propia imaginación. En esa pantalla suya, la bondad es siempre premiada y la gente buena es hermosa. Hasta que Rita Hayworth en Sangre y arena prueba ser hermosa, la más hermosa tal vez, pero también pérfida. Y ahí comienza el drama, que del sueño pasa a la más cruda realidad”.

¿Por qué Rita Hayworth está tan presente en su obra?
–Creo que para mí una danza de Rita Hayworth significa, expresa la alegría de tener un cuerpo. Expresa el triunfo de la vida sobre la muerte, el triunfo de la sexualidad vivida sin culpa, vivida con toda la alegría que el mundo ha ido olvidando a través de siglos de represión.

[entrevista inédita de Felisa Pinto]