[Publicación periódica por cuadernos, con escritos sobre varias materias, o sobre una especialmente]
Escribiré unas líneas en contra de la crítica. Hace tiempo que tengo ganas, incluso desde que el pasado enero la revista argentina EL AMANTE cumplió 200 números. Y es que durante varios años pensé el ejercicio literario de escribir sobre cine como algo vinculado a la madurez, a la experiencia de vivir con la de ver películas, la del razocinio sano de aquél que conoce mundos y culturas. En el que ir al cine se vinculaba al disfrute y no al consumo.
Ahora la crítica es joven y eso no me gusta en absoluto. Los tiempos cambiaron, y los críticos también. Se devoran producciones audiovisuales en diferentes formatos y desde un buen número de plataformas. Nadie está contento. Todos se las saben todas. No se viaja, sino que se navega. Incluso son capaces de auto-criticarse como indescriptible acto de narcisismo. Vivimos, pues, en la parodia de la crítica.
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