16 de mayo de 2007

Los [muerto]s vivos

Que está sin vida.

A la pregunta ¿por qué, en ocasiones, vuelven los muertos?, una respuesta antropológica: porque tienen algo que decirnos. A través de un consejo, una visita que despierta la reflexión en el visitado (que alienta cambios), alguna cosa que el difunto había dejado pendiente. Ese muerto no se ha desligado totalmente del mundo al cuál pertenecía, el de los vivos. Desde la religión, un ángel de la guarda. Desde lo parapsicológico, el ser que reside en la frontera del acá "real" y el más allá. De tal modo, existen lugares frontera. Esos sitios grises, en los que se tiende a extinguir las diferencias, dónde no hay ni buenos ni malos, todos iguales. El cementerio o una funeraria.

SEIS PIES BAJO TIERRA nos cuenta la historia de la familia Fisher, y de su negocio, una funeraria. La relación que tienen con la muerte es muy particular. Una visión directa de la pérdida y la gestión del dolor (no siempre) que provoca en las personas. Hay vivos que viven mortificados y muertos muy vivos. Y esos dos mundos transitan en SEIS PIES BAJO TIERRA. Una excepcional creación para televisión de Alan Ball, guionista de la oscarizada AMERICAN BEAUTY. En este caso, se centra de un modo ácidode en cómo, la sociedad de hoy, entiende la muerte...y en cierto sentido, la misma vida. Dos caras de la misma moneda.

¿Quién está más muerto? Los protagonistas viven a seis pies bajo tierra, sin apenas poder respirar...asfixiados. Con sus necesidades, emociones, dudas, contradicciones, experiencias...y sin saber cómo expresarlas abiertamente a las personas que les rodean. El contacto directo con la muerte ha provocado su mortificación como personas. La posibilidad de escapar a eso se traducen en cinco temporadas (2001-2005) de excelentes guiones, historias, actuaciones y una partitura musical hermosa de Thomas Newman.

Si tuvieramos que actualizar una hipotética lista de películas de 'zombies', SEIS PIES BAJO TIERRA tendría un lugar como exponente en la pequeña pantalla catódica (o mejor, en las pantallas plasmódicas, quiero decir, plasmas). Incluso me atrevería a incluirla en la modo televisiva actual sobre lo paranormal (qué lejos quedan los expedientes X): LOST, INVASION, LOS 4400, etc. La producción de Ball sorprende, coqueteando con géneros como el musical, el terror y, en ocasiones, el gore (escenas en la sala de embalsamientos).

SEIS PIES BAJO TIERRA es novedosa en cuanto al contexto en el que se desarrolla la historia: una funeraria. Nada que ver con abogados, policías, médicos y otro rubros del montón. Y novedosa en cuanto a retratar el drama de todos los días: la vida.

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