Apodo o sobrenombre.
Otra vez Abrahams. La serie televisiva Alias se estrenó mucho antes que Lost. Acabando su quinta, y definitiva, temporada J.J. se embarcó en el rodaje de MISION IMPOSIBLE 3. Alias es una serie de acción, híbrido entre James Bond y Lara Croft, todo gira entorno a Sidney Bristow, interpretada por Jennifer Garner. Además de describirse un mundo lleno de espías y dobles agentes sin Guerra Fría, Alias se centra en las emociones de cada uno de los personajes de la serie y cómo se relacionan entre ellos. De este modo, Alias enlaza, en lo cinematográfico, con el mundo de Ethan Hunt en su última parte.
El señor Abrahams nos tiene acostumbrados a la revisión de géneros. Y todo hay que decirlo, de una forma original en la mayoría de los casos. En Alias se conjugan el misterio (tipo Código Da Vinci), la ciencia ficción...y a todo a un ritmo trepidante. Es puro entretinimiento. Y sus creadores la enmarcan en un nuevo contexto internacional. La serie de televisión nace después del atentado de las torres gemelas, el 11 de septiembre de 2001. Ahora los enemigos no son países, banderas, comunistas...sino corporaciones, intereses estratégicos, grupos terroristas y lo que ya nos había propuesto en la década de los 90 los Expedientes X: hay "algo" oculto, supranacional que marca el destino de nuestro mundo.
Otra vez Abrahams. La serie televisiva Alias se estrenó mucho antes que Lost. Acabando su quinta, y definitiva, temporada J.J. se embarcó en el rodaje de MISION IMPOSIBLE 3. Alias es una serie de acción, híbrido entre James Bond y Lara Croft, todo gira entorno a Sidney Bristow, interpretada por Jennifer Garner. Además de describirse un mundo lleno de espías y dobles agentes sin Guerra Fría, Alias se centra en las emociones de cada uno de los personajes de la serie y cómo se relacionan entre ellos. De este modo, Alias enlaza, en lo cinematográfico, con el mundo de Ethan Hunt en su última parte.
El señor Abrahams nos tiene acostumbrados a la revisión de géneros. Y todo hay que decirlo, de una forma original en la mayoría de los casos. En Alias se conjugan el misterio (tipo Código Da Vinci), la ciencia ficción...y a todo a un ritmo trepidante. Es puro entretinimiento. Y sus creadores la enmarcan en un nuevo contexto internacional. La serie de televisión nace después del atentado de las torres gemelas, el 11 de septiembre de 2001. Ahora los enemigos no son países, banderas, comunistas...sino corporaciones, intereses estratégicos, grupos terroristas y lo que ya nos había propuesto en la década de los 90 los Expedientes X: hay "algo" oculto, supranacional que marca el destino de nuestro mundo.
Alias se transforma en un videojuego. Visualmente en las escenas de acción, así como, desde un punto de vista tecnológico. Son innumerables los artilugios que aparecen en cada uno de los capítulos. Esa frialdad contrasta con el sello personal que le imprime su creados. La serie se detiene en los aspectos psicológicos de cada uno de los personajes, y las relaciones que se establecen entre ellos. La vida dentro y fuera de la organización, y cómo su trabajo influye/determina a las personas que tiene a su alrededor. Y, como no , la familia. Una familia en la que se desbordan traiciones, culpabilidades, nostalgias, carencias emocionales, búsquedas irreconciliables...
Las aventuras de la familia Bristow y compañía giran entorno a lo irracional de un personaje llamado Rambaldi, que cuatro siglos antes había profetizado lo que sucede a los personajes de Alias a lo largo de cinco temporadas. Unas tres primeras tandas excepcionales y una quinta con menos capítulos, ya que no obtuvo los índices de audiencia esperados. Ese sea el principal temor de este tipo de series para el espectador. En función de un número se alargan o recortan historias. Los guionistas tienen menos o más trabajo.
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