1 de febrero de 2011

EL HOMBRE DE AL LADO

EL HOMBRE DE AL LADO de Mario Cohn y Gastón Duprat, ARG, 2010


El vecino, dícese el hombre de al lado, no se elige. Así reza el slogan publicitario de la película argentina dirigida por la dupla Mario Cohn y Gastón Duprat. Directores que provienen de la realización televisiva y que con su tercer largo se están haciendo un hueco en el panorama cinematográfico argentino. Lo están haciendo con un estilo particular, basado en una comedia contenida y condimentada, a partes iguales, con diálogos y gestos.

Para empezar, el cine de Cohn y Duprat tiene como tema la retórica entre forma y contenido. O mejor dicho, cómo le damos contenido a la forma. O incluso, cómo la forma inunda el contenido a tal punto que hace que se desvanezca. En conclusión, la supremacía de la forma es sinónimo de vacío en una sociedad que apuesta, sin concesiones, a la imagen, es decir, lo que vemos.

Los directores apuntan en cada una de sus películas a dicha reflexión. Empezaron con su tercera película YO, PRESIDENTE, a modo documental se entrevistan a todos los presidentes democráticos después de la última dictadura militar en Argentina. Un trabajo de despojo de la imagen pública, captando aquellos momentos más íntimos y cotidianos de los expresidentes. Siguieron con EL ARTISTA. Ficción que asiste a la deconstrucción del arte, del negocio que gira entorno a lo meramente superficial.

La imagen pública, la obra artística y, en esta última, la arquitectura ponen el foco en la forma. El conflicto aparece cuando dicha forma pesa más que el contenido. Y a qué hace referencia el concepto de contenido, lo que subyace a la forma. La (in)comunicación, las relaciones humanas, el discurso, las inquietudes, las necesidades y las emociones, por ejemplo. La forma debería ser el modo en qué el hombre expresa todas esas cosas.

En su última película aparece el conflicto disfrazado de drama doméstico. Aparece en el momento en que el hombre de al lado, dícese vecino, rompe la pared para construir una ventana. Tiene la necesidad imperiosa que entre luz a su casa, algunos de los rayos de sol que le sobran a Leonardo. Éste diseñador gráfico, el que reside en la única vivienda construida por el arquitecto francés Le Corbusier en Argentina. Demasiado nivel para acercarme a un tipo “grasa” y ponerse en su lugar. Ese hecho deriva en el conflicto personal del protagonista, punto de vista único en la película, también representado en su casa. Llena, repleta, de formas pero vacía en contenido, emociones.

El hueco en la pared contigua, a modo de medianera, actúa como detonante para mostrar el vacío de Leonardo, su fracaso. Incapaz de relacionarse con los demás, siendo el centro el deterioro en los vínculos con su mujer e hija. Otra cosa será que Leonardo reconozca su infelicidad. La esperanza es Víctor, interpretado espléndidamente por Daniel Aráoz. El personaje que mantiene, por encima de todo, sus valores.

Finalmente, reflexiones colaterales entorno a lo entendemos como privacidad, y cómo esto determina las relaciones con nuestro entorno en la sociedad contemporánea. Y dos referencias cinematográficas: una clásica, LA VENTANA INDISCRETA y, otra autóctona, el cortometraje argentino imperdible titulado MEDIANERAS.

5 comentarios:

Edgardo dijo...

Me gustó mucho la película. Sólo el final no me cerró. Diera la sensación que los directores no sabían cómo terminar. De todas formas, una de las grandes películas argentinas del año pasado. Saludos y buen cine!

Anónimo dijo...

Lo que me gusto mucho de la pelicula, es como este vecino "bien de barrio", de alguna manera, al querer realizar un agujero en la pared para colocar una ventana, es la representación de la luz que Leonardo esta necesitando que también entre a tu casa , a su vida, su profesión,su familia...
Como un tipo de barrio puede romper con las estructuras de un diseñador que solo vive en un mundo bastante frívolo. Y digo frívolo, porque se nota que le preocupan las apariencias, o juntarse con amigos a escuchar algo que supuestamente pareciera ser música y hablar de lo muy grasa que es su vecino.... Y por estar sumergido en ese mundo, se pierde de aquellos aspectos tan importantes como una hija o mantener viva su pareja.

Creo que tampoco se lo puede condenar, porque todos en algun momento de la vida nos parecemos un poquito a Leonardo...

Me pregunto, si no se trata de la vida que muchos de nosotros quisieramos vivir?... Esa vida de triunfos profesionales, un estatus social que muchos desean tener y que en muchos de los casos nos puede llevar a perdenos de lo que realmente importa: La familia.

Quizas este vecino un tanto loco, le demustra a Leonardo de lo que se pierde y que con tan poco, se puede disfrutar de la vida, ser mucho más libre, sin un aparentar, siendo cada uno lo que es, sin vueltas, sin prejucios.


El final me impacto, no era lo que esperaba. Después de todo estamos ante un anti- héroe que no se merecía ese final...

Saludos!!

La Lupe

Anónimo dijo...

¿Perdernos de lo que realmente importa: la familia? Lupe, creo que desvaría en su comentario. La familia está en el lado opuesto: la libertad. Facu

Anónimo dijo...

De qué te sirve la LIBERTAD sino la puedes compartir con la gente que más importa: La familia

Nuevas Peliculas dijo...

De poder elegirlos yo elegiría a mi media naranja.. jajajaja.. En fin la verdad es que aquí en España se ha estrenado hace apenas 2 días y todavía no he podido verla pero espero tener la oportunidad pronto ya que me llama bastante la atención, no es la típica trama de 5 - 6 películas y no recuerdo haber visto alguna igual, así que chapó por ambos directores.

Saludos desde Valencia, España.