Las más recordadas, no sé si las mejores, del año que está por terminar. Son once más una. La 12 marca tendencia, me atrevería a decir consolidación, de que el cine argentino está más vivo que nunca. Conviven en este año películas de toda índole que se abren a cualquier género y sin contar con los tanques pesados. El resto de producciones marcan dos conclusiones a bote pronto:
1. Los clásicos son los clásicos: Almodóvar y Eastwood. Maestros que no decepcionan. La polémica, en cambio, recayó en otro grande, Malick y EL ARBOL DE LA VIDA.
2. El eterno regreso. Supongo que en momentos de crisis la industria tira de valores seguros. Esta vez la colección de películas vuelven a los 80 con todo, desde pirañas a extraterrestres entrañables.
Veamos, pues:
La inevitable europerización del director iraní es sorprendente en su planteamiento. La película invita a jugar al espectador. Todo es más fácil si se lo propone, en pantalla, la mirada de Binoche. Y en el transfondo de todo esto una reflexión entorno a tantas cosas. Kiarostami pinta un cuadro, colores y texturas, el espectador lo contempla.
3. SUPER 8 de J.J. Abrams, EEUU
Abrams cumplió su sueño. Rodar una película, apadrinada por el maestro Spielberg, que resucita una forma de entender el cine: la historia y sus personajes son el epicentro. La tentación es grande si a tu disposición cuentas con el mayor de los presupuestos y todo el desarrollo tecnológico en cuanto a efectos digitales. Abrams no cae en la trampa, conoce bien cuáles son los recursos disponibles y dónde plantar emociones. Abrams se convierte con SUPER 8 en alumno aventajado de Steven.4. PAUL de Greg Mottola, EEUU-RU
En la galaxia hay un ET gamberro. Ése es Paul. Homenaje a lo freak de Mottola, el director de SUPERBAD, al cine ochentoso de aventuras. Se suman a la cita los ultrasolicitados Nick Frost y Simon Pegg, protagónicos y co-guionistas. El humor inglés neutraliza cualquier despropósito de la gamberrada yanqui, y nada de golpes bajos ni melancolías fuera de lugar, tal y como nos tienen acostumbrados otros directores.
5. INSIDOUS de James Wan, EEUU-CAN
La película de terror del año. La escena más terrorífica del año es de fantasmas que aparecen de día. Frente a tantos destinos finales y actividades paranormales, Wan firma una película que juega con mínimos recursos en las ligas mayores de las grandes producciones de terror. Rescata un cocktel de temas (posesiones, apariciones, dramas psicológicos, etc.) y lo presenta con una cierta ingenuidad que incomoda al espectador. Mucho Lynch y Carpenter al mismo tiempo.
6. THE HANGOVER 2 de Todd Phillips, EEUU
Reconozcamos que hacer la misma película dos veces tiene su mérito y, además, en un corto lapso de tiempo. Se trata del mismo director y elenco de actores que cambiaron Las Vegas por Bangkok. Hablamos, pues, del remake de THE HANGOVER de Todd Phillips y dirigido por él mismo. Convengamos que ese simple hecho ya es una locura. Y es que la segunda parte es mucho más loca, ya conocemos a cada una de las bestias y todo sale, incluso, más redondo.
7. DRIVE de Nicolas Winding Refn, EEUU
Un danés dirige una película norteamericana de los 70, de acceso restringido a festivaleros e internautas empedernidos. Mientras tanto, el actor Ryan Goslin se postula a hacer carrera en Hollywood haciendo de samurai en carreras de coches con música tecno. Los 70 reviven en forma de western contemporáneo. Una delicia.
8. HEREAFTER de Clint Eastwood, EEUU
Eastwood deja de lado el más allá. Le interesa el más acá, porque fue lo que propuso a lo largo de toda su filmografía. Como gran director se permite flirtear con lo fantástico, a modo de divertimento, que se diluye en los primeros minutos de metraje, sólo colándose las visiones de los protagonistas de ese más allá difuso con luz blanca imponente. El final está acorde con el cine de Eastwood. Una resolución minimalista, la cuál difiere del comienzo desbordante, en la que sus protagonistas vuelven al equilibrio y dónde la vida “se vive” en el presente.
9. INSIDE JOB de Charles Ferguson, EEUU
Tarea difícil lo de explicar la crisis financiera. Fergurson lo intenta, y el resultado es satisfactorio. Como si se tratara de un jeroglífico, dicho documental necesita, posiblemente, de más de un visionado. Hay que descifrarlo y llegar a una revelación demoledora. El gobierno al que voté no me representa. Ese gobierno es una marioneta en manos de las grandes corporaciones. Dicha declaración en un documental ganador del Oscar y producido por una major llegó a todo el mundo.
10. EL HOMBRE QUE PODIA RECORDAR LAS VIDAS PASADAS / TIO BOONME de Apichatpong Weerasethakul, TAI
La tradición, la naturaleza ó la reencarnación son temas que transitan el metraje de la película, pero lo hacen de una forma dónde los sonidos tienen la misma significación que las mismas imágenes. Y dónde la apuesta por dar una explicación a todo, tan presente en nuestros días, queda hecha añicos. Y los fantasmas que nosotros vemos para el Tío Boonmee son los espíritus que le ayudan a entender (el final de) la vida y la muerte. Así de simple. Sin secretos. Con misterios.
11. PIRAÑA 3D de Alexandre Aja, EEUU
La propuesta de Aja, apunta a secuela, que junto a DEPREDADORES de Nimród Antal con producción del mexicano Robert Rodríguez (otro que encontró la inspiración en los 80, dícese PLANET TERROR), devolvieron la dignidad a un género maltrecho en los últimos tiempos con tanta tecnología. Un grito sacude la platea de los cines: ¡Más sangre y menos juegos del miedo!
12. BONUS TRACK: CINE ARGENTINO.
AMATEUR de Néstor Frenkel
EL ESTUDIANTE de Santiago Mitre
FRANCIA de Adrián Caetano
FASE 7 de Nicolás Goldbart
MEDIANERAS de Gustavo Taretto
LOS MARZIANO de Ana Katz