[2] EL MAQUINISTA DE LA GENERAL de Buster Keaton, EEUU, 1927
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Persona que tiene por oficio conducir una máquina de tren.
Qué raro ver una película muda en tiempos de tanto ruido. Pero, El Maquinista de Buster Keaton supera el paso del tiempo, y se ha convertido, sin ningún lugar a dudas, en una de esas películas imprescindibles en la historia del séptimo arte.
Y sin sonido, El Maquinista nos hace partícipes de una experiencia singular...el movimiento. El cine es eso... movimiento, imágenes en movimiento. Y los maestros, como Buster Keaton, demuestran que son maestros cuando son capaces de dar ritmo al movimiento, a esas imágenes en dichoso movimiento. Pues bien, El Maquinista de la General es ritmo cinematográfico, es puro cine. Porque, además, el cine con ritmo es entretenimiento, y la obra de Keaton no hace otra cosa que entretener en sus apenas ochenta minutos. Y si una película es capaz de entretener durante todo su metraje, y se mantiene intacta en cada uno de sus visionado, estamos frente a una obra maestra.
La obra maestra de Keaton es la lucha del hombre con la máquina, una locomotora qué algunas décadas atrás se convertía en la primera imagen en movimiento que habría dado orígen al cine, a través de los hermanos Lumière. ¡Qué cosas, una locomotora en movimiento!
Persona que tiene por oficio conducir una máquina de tren.
Qué raro ver una película muda en tiempos de tanto ruido. Pero, El Maquinista de Buster Keaton supera el paso del tiempo, y se ha convertido, sin ningún lugar a dudas, en una de esas películas imprescindibles en la historia del séptimo arte.
Y sin sonido, El Maquinista nos hace partícipes de una experiencia singular...el movimiento. El cine es eso... movimiento, imágenes en movimiento. Y los maestros, como Buster Keaton, demuestran que son maestros cuando son capaces de dar ritmo al movimiento, a esas imágenes en dichoso movimiento. Pues bien, El Maquinista de la General es ritmo cinematográfico, es puro cine. Porque, además, el cine con ritmo es entretenimiento, y la obra de Keaton no hace otra cosa que entretener en sus apenas ochenta minutos. Y si una película es capaz de entretener durante todo su metraje, y se mantiene intacta en cada uno de sus visionado, estamos frente a una obra maestra.
La obra maestra de Keaton es la lucha del hombre con la máquina, una locomotora qué algunas décadas atrás se convertía en la primera imagen en movimiento que habría dado orígen al cine, a través de los hermanos Lumière. ¡Qué cosas, una locomotora en movimiento!
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