Que se puede hacer sin gran esfuerzo.
Una comedia fácil. Alejada de la frescura de NO SOS VOS, SOY YO. Denominador común: el actor, Diego Peretti. Y, por qué no, la temática. Taratuto, el director, nos habla de la soledad y de cómo nos enfrentamos a ella. De los clichés sociales, que a determinada edad "hay que estar en pareja", de la inestabilidad emocional y del egoísmo como "tsunami" en las relaciones personales. Y éso, de fácil no tiene nada.
Todo lo que nos quiere contar Taratuto ya lo hace en su anterior película. Ahora insiste en los esteriotipos. Tanto en los personajes como en la situaciones que los rodean: una típica comedia romántica. Aldo, interpretado por Peretti, es soltero, organizado, tímido y aburrido. Sólo piensa en su trabajo, la relación con su padre viudo, el scalextric como hobbie, y sus dos amigos. Aldo le alquila un PH a Andrea, interpretada por la solvente Carolina Peleretti. Ella es solterona, hippie, desenfada, fotógrafa y...está embarazada. Dos mundos aparte que los unen. Se enamoran. Dos formas de entender la vida que los separan. Para Aldo es más importante conocer la identidad del padre que construir su relación con Andrea...
Taratuto con su anterior película se acercaba a un tipo de comedia histérica, como si del Woody Allen argentino se tratara. En su segundo trabajo se acerca más a la comedia romántica contemporánea, más cercana a la historia de Richard Gere y Julia Roberts en PRETTY WOMAN. ¿QUIÉN DICE QUE ES FÁCIL? , al igual que su predecesora, se enmarca en el cine inagurado por EL HIJO DE LA NOVIA, y explotado comercialmente como seña de identidad del cine argentino actual: la comedia dramática, en la que de una forma divertida y emocionante se reflexiona acerca de lo difícil y compleja de las relaciones afectivas, de la confusión y el desconcierto a la que nos enfrenta, en ocasiones, la vida. Nada fácil.
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