Bárbaro, salvaje, bruto.
A las 20:54 del 31 de agosto de 1999 el fallido despegue en el Aeroparque Jorge Newbery (Buenos Aires) de un birreactor Boeing 737 (matrícula LV-WRZ) de Líneas Aéreas Privadas Argentinas (LAPA), cuyo destino era la ciudad de Córdoba (Argentina), culmina con un despiste en la cabecera sur de la pista. El avión destruye las balizas de pista, el cerco perimetral, cruza la Avenida Costanera, donde atropella a tres vehículos, destruye la muralla costanera, embiste una grúa y una caseta de gas para finalmente terminar su descontrolada carrera incrustándose en un talud de tierra que sirve de límite a un concurrido campo de práctica de golf. Mueren 67 personas.
Enrique Piñeyro sabía lo que podía pasar. De hecho, lo denunció mucho antes que se produjera la tragedia. No le escucharon... y le echaron de la empresa en la que era piloto: LAPA. Terrible pronóstico cumplido. El expiloto se convirtió en director de cine para contar su historia y, de paso, se erigió en héroe. No se trata del superhombre de capa voladora, ni de espada intergaláctica... sino del humano valiente, que tiene el coraje suficiente para enfrentarse a la empresa en pro de su profesionalidad. Piñeyro dirige Whisky Romeo Zulú (WRZ, referente a la matrícula del avión).
“A la empresa le conviene el chanta mal sindicalizado. El profesional serio es una figura que está combatida, le rompe las pelotas, le complica vuelos, le genera gastos, no tienen ningún interés. Es como decir, mi selección de personal no apunta a tu eficiencia ni a tu calidad profesional, sino que apunta a tu capacidad de ser doblegado por los intereses de la empresa...”
[declaraciones Enrique Piñeyro en El Amante, Abril 2005]
Polémica. Es la palabra que define mejor la vida de esta película denunciante, que contiene material inflamable. Además, es la primera película de Piñeyro como director. Con anterioridad, había participado como productor y actor en Garage Olimpo (Marco Bechis, Argentina, 1999). Entre un estilo que ventila clasicismo americano, y la destreza en hacer uso de imágenes directas, sin pasar por el documental, y combinar un sonido estremecedor en el clímax de la película, surge una película poderosa que se apodera del espectador desde el primer minuto de metraje. La película es un ejercicio de practicidad y de simpleza. En este caso, los medios (lo cinematográfico) justifican los fines (hacer llegar al público los hechos), y lo hace una persona que, hasta el momento, había estado fuera del medio, pero que conoce su portentosa fuerza. Un milagro. Y hablamos en primera persona, porque ésta es la película del director...del héroe.
Enrique Piñeyro sabía lo que podía pasar. De hecho, lo denunció mucho antes que se produjera la tragedia. No le escucharon... y le echaron de la empresa en la que era piloto: LAPA. Terrible pronóstico cumplido. El expiloto se convirtió en director de cine para contar su historia y, de paso, se erigió en héroe. No se trata del superhombre de capa voladora, ni de espada intergaláctica... sino del humano valiente, que tiene el coraje suficiente para enfrentarse a la empresa en pro de su profesionalidad. Piñeyro dirige Whisky Romeo Zulú (WRZ, referente a la matrícula del avión).
“A la empresa le conviene el chanta mal sindicalizado. El profesional serio es una figura que está combatida, le rompe las pelotas, le complica vuelos, le genera gastos, no tienen ningún interés. Es como decir, mi selección de personal no apunta a tu eficiencia ni a tu calidad profesional, sino que apunta a tu capacidad de ser doblegado por los intereses de la empresa...”
[declaraciones Enrique Piñeyro en El Amante, Abril 2005]
Polémica. Es la palabra que define mejor la vida de esta película denunciante, que contiene material inflamable. Además, es la primera película de Piñeyro como director. Con anterioridad, había participado como productor y actor en Garage Olimpo (Marco Bechis, Argentina, 1999). Entre un estilo que ventila clasicismo americano, y la destreza en hacer uso de imágenes directas, sin pasar por el documental, y combinar un sonido estremecedor en el clímax de la película, surge una película poderosa que se apodera del espectador desde el primer minuto de metraje. La película es un ejercicio de practicidad y de simpleza. En este caso, los medios (lo cinematográfico) justifican los fines (hacer llegar al público los hechos), y lo hace una persona que, hasta el momento, había estado fuera del medio, pero que conoce su portentosa fuerza. Un milagro. Y hablamos en primera persona, porque ésta es la película del director...del héroe.
Producción argentina de 2003. Piñeyro tarda casi tres años en rodarla, a través de su productora. Participa en el Bafici 2004, ganadora del Premio del Público, se estrena en Argentina un año después (abril de 2005). Ese mismo año en la 11ª Mostra de Cinema Llatinoamericà de Lleida, el film del argentino ganó el premio a Mejor Director. Es la única presencia de la película en España. No se sabe más. ¿Cuándo aterrizará WRZ? En 2006, Piñeyro estrena FUERZA AEREA SOCIEDAD ANÓNIMA. Los créditos finales de WRZ se desarrollan en este interesante documental, en el que se denuncia la incompetencia del Ministerio de Defensa en la gestión del tráfico aeroportuario, de carácter civil. Tal es el revuelo, que horas después de su estreno el Gobierno argentino decide la transición a una órgano gestor civil. Casi nada.
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