19 de abril de 2011

CATERPILLAR



CATERPILLAR de Kôji Wakamatsu, JAP, 2010

LA CONDENA


La palabra que mejor define la película del director japonés Wakamatsu es condena. Ésta se muestra en diferentes capas de significación. CATERPILLAR nos sumerge en una historia que narra las consecuencias de la guerra. El director lo hace de forma minimalista y claustrofóbica. Para nuestra sorpresa la lectura de su película va más allá de las miserias de una esposa que recibe a su marido mutilado.

La creación: Wakamatsu en una entrevista responde a la pregunta de por qué hace películas. Además de ganarse la vida con ello, aparece otro motivo: “hay cosas que me enfadan, me irritan, así que utiliza la película para expresar sus sentimientos”. La condena se hace fílmica.

La guerra: CATERPILLAR condena la guerra. Se convierte, pues, en un alegato antibelicista. Ya lo hacían JOHNNY COGIO SU FUSIL (Dalton Trumbo, 1971), ADIOS A LAS ARMAS (Frank Borzage, 1932) ó NACIO EL 4 DE JULIO (Oliver Stone, 1989).

La mujer: La condena se define como forzar a alguien a hacer algo penoso. La esposa está condenada a asistir al Dios de la Guerra en vida. Y está sola. Lo vive como mandato. Después de superar la negación, aceptará su nueva situación. Los que están alrededor (ancianos, niños, esposas y loco) mirarán a otro lado y se esconderán tras el patriotismo.

La culpa: El soldado, héroe de guerra, vive en la prisión que es su cuerpo mutilado. No son sólo heridas de batalla, son el castigo por su pasado. Se arrastra por el suelo, sin extremidades como una oruga, buscando redención. El asesino no tiene perdón.

La denuncia: La mayor condena de un pueblo son sus dirigentes. Wakamatsu hace uso de imágenes documentales para profundizar en su crítica. Eso fue lo que le provocó rabia y que le llevo a filmar su película. Director militante.



1 comentario:

ESPI dijo...

10 empanadas fritas con acetite de oliva
abrazo!